Mi sombrita y compañía

Nos pusimos en marcha dirección Toledo, después de un pequeño pinchazo en una de las CBR que se solvento con un kit antipinchazos, intentamos ir por carreteras secundarias, por eso de no ir por autopista y a parte de dejar cuadradas las ruedas que no se me hiciera eterno el paseito.

Tras llegar a Toledo algunos repostaron y nos dimos a una vuelta por el casco antiguo, el rugir de nuestros motores tronaba por toda la calle y toda la gente giraba la cabeza para ver que pasaba, pues parecíamos una manifestación motera, ya que éramos unas 8 o 9 motos.

Salimos de Toledo y nos dirigimos dirección Orgaz para hacer un alto en el puerto de los Yebenes, donde vimos unos molinos bastante majos en lo alto de la sierra, la única forma de llegar era subiendo por camino cabras, y tan decididos nos pusimos en marcha camino arriba, era increíble, la sombrita haciendo Trail, jeje, ¡si es que, donde no vaya la sombrita!
Después de deleitarnos con las vistas de los campos de Castilla y hacer unas fotillos para recordar aquél momento, bajamos donde habíamos venido, pero no era fácil, ya que había que sortear un tramo bastante cerrado y de difícil giro para las motos (ver video).

Llegamos a Los Yebenes y cogimos una comarcal hacia Consuegra, puff, ¡Que carretera! si parecía la mismísima Ruta 66, toda recta, unos 20 kms creo que fueron hasta llegar a Consuegra.
Al ser temporada de caza, había cazadores con galgos a los dos lados de la carretera, realmente bonito, la verdad.


Llegamos a Consuegra, pillamos unas latas de bebida y unos bocatas y como hacia bueno comimos al lado del castillo de Consuegra con la magnífica compañía de los gigantes de Don Quijote.